Jesús en su discurso del PAN DE VIDA (Juan 6, 53 - 57) nos dice: "el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna" por que la vida y la salvación es un regalo del amor de Dios; sin embargo, aceptarla nos lleva a comprometernos con Dios y con el prójimo. Por eso, la Eucaristía es un REGALO DE DIOS que nos compromete a vivir unidos como hermanos, a superar todo egoísmo y a compartir con todos.
Recibir la COMUNIÓN , exige vivir en comunión con nuestros hermanos y con el mismo Dios. La participación de la Eucaristía nos lleva a un mayor compromiso tanto con el prójimo como con la misión de la Iglesia por medio de la parroquia.