Dios nos llama para amarnos los unos a los otros. Ir en contra el amor al prójimo es también al Señor. Sin embargo, Jesús nos ha dejado el SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN como signo de la misericordia de Dios donde podemos encontrar el perdón y la paz.
Esperamos que tú mismo puedas aprender a confesarte bien y con toda confianza para luego enseñar a tu(s) hijo(s).
LOS PASOS PARA UNA BUENA CONFESIÓN
1.EXAMEN DE CONCIENCIA.- Hay que hacerlo a la luz de la Palabra de Dios y de los Mandamientos. Recordar nuestros pecados desde la última vez que nos confesamos o después del bautismo si es la primera vez que nos confesamos.
2.DOLOR DE CORAZÓN.- Querer retornar a Dios se llama conversión y arrepentimiento, implica un dolor del corazón y un rechazo por los pecados cometidos.
3.PROPÓSITO DE ENMIENDA.- Es el propósito firme de no volver a pecar y así no ofender más a Dios ni al Hermano.
Antes de pasar al confesionario debo hacer el propósito de que ahora en adelante voy a ser mejor discípulo o amigo de Cristo.
4.-CONFESARSE CON EL SACERDOTE.- En la confesión, debo decir todos los pecados mortales de los que tengo conciencia tras haberme examinado seriamente. y no me debo retirar antes que el sacerdote me dé la absolución y bendición .
5.-CUMPLIR LA PENITENCIA.- El confesor impone al penitente el cumplimiento de ciertos actos de "satisfacción" o de "penitencia", para reparar el daño causado por el pecado y volver a la comunión con Dios, con la creación, con mi prójimo y con la Iglesia. Esta penitencia hay que cumplirla cuanto antes para no olvidarla.
